Estrenos...


Nuevos besos…
¿Será posible?
Una nueva caja de emociones en forma de labios,
de aliento cálido,
de humedad provocadora.

Un motivo distinto para respirar agitadamente,
para impedir la huida de un rostro
y permitirse perder el control.

Un pretexto que justifique el inusual ritmo cardíaco.
Que apresure la sangre,
que la encienda, la dilate, la duplique.

Un rincón en el cual descubrir dulces secretos,
ahogados en gemidos que anticipen rendición.

Un inédito sabor escondido
en el fondo de una boca egoísta
que exija más de lo que ofrece,
que prolongue el suspiro final.

Que borre de mis labios las huellas más recientes,
sin pedir licencias, sin guardar impulsos.
Sin honrar pudores.

Esa combinación de caricias mudas
hechas para desarmar al más intrépido recuerdo,
ha de ser el remedio último que adormezca para siempre al pasado.

Un acertijo que el deseo resolverá
sin más ayuda que sus mismas trampas:
La pasión
La ternura.
La entrega.
Y el olvido.