Sweet Apocalypses…


Llegará el día en el que todo se detendrá. La luz terminará su veloz viaje, el agua pondrá fin a su eterno ciclo, el viento descansará de su largo paseo y dejará de acariciar rostros y playas.
Las sonrisas morirán. También las lágrimas. Los sentimientos tomarán perpetuas vacaciones. Los pasos no dejarán más huellas en la arena e invitarán a las sombras a volverse nada.
No más poemas, no más palabras. Mi pluma también dejará de existir. Dormirá soñando con la libertad que tuvo, con las ansias que la hicieron decir tantas cosas...
Los pensamientos explotarán integrándose al vacío, cada espacio se volcará al abismo, cada abismo se consumirá a sí mismo.
¿A dónde irán tantas ilusiones? ¿Tanta roca sobre roca, tantas horas rotas? Todo y nada seremos, un arcoiris blanco y negro tomará el lugar del sol. En cada pupila se apagará una vida, cada latido absorberá un corazón y silencio será cada canción.
A hasta ese día sepultaremos máscaras, culminará la carrera que iniciamos en un útero. En oscuridad terminará lo que a oscuras empezó. Seremos iguales o quizá algo peor.
Poco ruido. Mucho espacio.
¿Cuándo pasará? En breves instantes... en miles de años, quién sabe. No acostumbres a decir que tienes 17, 20 o 35 años de vida. En realidad esos años son los que NO tienes ya.
Bienvenido al primer día del resto de tu vida.