Veneno


Sin que mis cuerdas vocales alcanzaran a vibrar,
sin que mi cerebro lograra enviar órdenes lógicas,
sin que mi corazón (¿aún tengo?) pudiera llenarse de sangre...

Así te desvaneciste de mis ansias,
recogiste lo poco que quedaba
y anunciaste sin temor tu despedida.

Me quedé petrificada en medio de la nada,
dejando que la daga, sin piedad me atravesara.

Aproveché al máximo aquel dulce dolor,
grabé con saña en mi piel su sabor,
guardé su aroma en un rincón de mi alma,
detuve su fuego en la soledad de mis sienes.

Me reí de mi terquedad,
de mi armadura inoxidable,
de mi pasión desperdiciada,
del frío de mi cama.
De las palabras que dije,
de los secretos guardados...
De tanta vida ante la muerte,
de las cadenas del pasado.

Me humillé ante el espejo,
mas no hallaba mi reflejo.
Sólo vi tu humedad
inundando mi nostalgia,
tu sonrisa milagrosa
envolviéndome en su magia.

Que rabia haberte amado!
sentir lo que sentí,
llorar lo que he llorado.
dejarme atrás a mí misma,
ser un átomo más de tu cuerpo.
Haber saciado tu sed,
Y convertirme en un desierto.

Jugando a la ruleta rusa
ahora pasan mis días,
furiosas esperan mis musas
que yo les dé la osadía
de seguir creando canciones,
de esperar que puedo creer,
cuando mi fe ya está muerta,
cuando no existe mi ser.